Blogia
dommon

El problema de las Comunidades Autónomas

El problema de las comunidades autónomas españolas es tan complicado que es bueno pensar en metáforas que nos ayuden a entender el problema: 

Imaginemos que un patriarca muere y deja 17 hijos. Al mayor le deja la responsabilidad de gestionar las arcas familiares y este a su vez acuerda con todos ellos que cada uno tiene que aportar a las arcas familiares en función de lo que gana en aras de la solidaridad familiar. 

Al principio todo es estupendo, cada cual es autónomo para trabajar en lo que quiere y ayuda a sus hermanos para que algún día puedan aportar a las arcas familiares de forma más paritaria. Pero pasan 33 años. Los hermanos que aportaban menos siguen aportando menos. Poco más de la mitad de lo que aportan los que más. El hermano mayor sigue recaudando de todos ellos y decidiendo de forma bastante unilateral en qué utilizar el dinero. Los hermanos que menos aportan no son disminuidos en ningún aspecto físico o mental pero a los ojos de los hermanos más acaudalados se han acostumbrado a ser sostenidos económicamente y parece que la situación ya les va bien y pretenden eternizarla. Los hermanos que menos aportan ven a sus hermanos más afortunados como poco solidarios, egoístas y aburridos. Al hermano mayor ya le va bien porque tiene la caja y ya se sabe qué pasa con el que parte y reparte. 

A mí modo de ver, el problema no creo que sea si existe un déficit anual para los hermanos más solventes. El problema es QUÉ se ha estado haciendo con el dinero durante 33 años para que los hermanos con menos capacidad de generar ingresos sigan siendo tan dependientes. Esa enorme cantidad de dinero ¿ha sido una inversión o puro gasto? ¿Qué planes hay para los próximos 30 años? Porque con todo ese dinero, los hermanos “ricos” podrían ayudar a su vez a sus propios hijos a estas alturas. Y ser el hijo “pobre” de un hermano “rico” a estas alturas es mucho peor que ser el hijo “pobre” de un hermano “pobre”. La solidaridad siempre viaja hacia afuera. 

 

Y ahora viene la parte más graciosa: Todos gastaban más de lo que ingresaban. Incluso los que más dinero ganaban. Ahora todos están endeudados hasta las cejas. Pero esa es otra historia que requiere de otra metáfora. 

0 comentarios