Dónde está la asíntota?

Ninguna especie puede aumentar en número para siempre y la nuestra no será una escepción. ¿Qué catástrofe nos llevará a la regulación de la raza humana? ¿Agotaremos los recursos y nos mataremos entre nosotros hasta balancear la ecuación? ¿Que ecuación será esa? ¿0=0? Como decía Donella Meadows hace tiempo, no podemos multiplicar la población (siempre paralela a la pobreza) y esperar que los organismos para los que somos casa y alimento no lo hagan con nosotros. ¿Serán los virus, las bacterias y las ratas las que acabarán con nosotros? ¿Surgirá de esas bombas de relojería el microorganismo que acabe con la mayoría de la población?
Para empezar, podemos ir diciendo adiós al Lince, la ballena azul o el rinoceronte y hola a nuestros compañeros de viaje: la rata, las bacterias y las medusas.