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dommon

Overengineering

Esta regla me encanta porque suelo romperla para mi pesar. Es especialmente pensada para ingenieros y perfeccionistas.

Asegúrate de que todo lo que haces en el trabajo añade valor a tú empresa. El resto es traerse el ocio al trabajo. Como corolario me gusta decir que de seguir esta regla, todos nos podremos ir antes a casa, ganaremos más dinero (nosotros y las empresas) y disfrutar fuera del trabajo del ocio de verdad.

 

Cómo ejemplo, recuerdo un programador al que le pedí que añadiera un control para añadir la hora de entrega de un pedido. Pasados dos días y visto que nos retrasabamos pegué la oreja y oí que junto a un compañero hablaban de senos, cosenos y radianes. En una aplicación de toma de pedidos para PDA’s me di cuenta de que algo andaba mal.

Para ser breve, llevaba un día de retraso codificando un reloj análógico precioso y la antítesis de la usabilidad. Añadiré que por esa época yo estaba haciendo jornadas de 20 horas.

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