El Mito: Parte 3

A Dios también le gusta jugar al escondite, pero como no hay nada excepto Dios, no tiene a nadie para jugar excepto sí mismo. Pero él supera esta dificultad haciendo ver que no es él mismo. Esta es su manera de esconderse de sí mismo. El hace ver que es tú y yo y todas las personas del mundo, todos los animales, todas las plantas, todas las piedras y todas las estrellas. De esta manera tiene extrañas y maravillosas aventuras, algunas de ellas terribles y espantosas. Pero son sólo malos sueños, porque cuando se despierta han desaparecido.